Por ésto y por mucho más, San Pablo es un personaje que ha fascinado y sigue fascinando a muchos a lo largo de estos veinte siglos de cristianismo.
Con su vida parece que demostró que eran ciertas las palabras que hay en el capítulo 8 de su Carta a los Romanos: "ni el miedo, ni la angustia, ni el dolor... ¡nada nos puede separar del amor de Dios manifestado en Jesucristo!"
¿Estáis de acuerdo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario